La ciudad de Hammamet es una ciudad tunecina situada en el noreste, en la costa sureste de Cap Bon, a unos sesenta kilómetros al sur de Túnez. Está adscrita a la gobernación de Nabeul. Es un municipio con 73.236 habitantes en 2014, y cubre una superficie de 3.600 hectáreas.

Hammamet es uno de los centros turísticos más importantes de Túnez. También es una de las ciudades turísticas más bonitas del país con sus largas playas de arena y la belleza de su mar con reflejos turquesas. Hammamet es un verdadero polo de atracción tanto para los turistas tunecinos como para los extranjeros.

Considerada como un rincón que difunde su fragancia de flores de jazmín (flor que simboliza Túnez) y naranjos. Antiguo pueblo de pescadores y agricultores que se ha modernizado gracias a su infraestructura turística de alto nivel, sus hoteles, sus bares, sus restaurantes de renombre, sus actividades económicas y deportivas, su vida nocturna muy animada y sobre todo sus hermosas playas de arena fina y dorada. y sus centros de talasoterapia. Hoy en día es el destino turístico por excelencia.

Historia

Desde la época púnica, la región ya era una de las partes más fértiles del dominio agrícola cartaginés. Con la dominación romana aparece una aglomeración urbana apodada Pupput. Bajo los romanos, conoció un desarrollo notable: de simple “vicus”, ascendió al rango de colonia honoraria (Colonia Aurelia Commoda) bajo el reinado del emperador Cómodo entre 185 y 192.

Ciudad de Bizacène, la ciudad se encuentra en la encrucijada de dos vías: una que une la costa oriental con la llanura cerealista de Thuburbo Majus y la otra desde Cartago, la capital de la provincia, y recorre la costa hasta Libia (antiguamente llamada Leptis Magna). A partir de entonces, la ciudad disfrutó de instituciones municipales y se adornó con los monumentos característicos de la ciudad romana.

En el siglo XIII, los árabes construyeron un fuerte y una pequeña ciudad llamada Hammamet (que significa “Baños” o “Palomas” según la pronunciación). El fuerte fue reemplazado en el siglo XV por la Casbah y la Medina. Y luego, durante el siglo XVI, los españoles lo fortificaron antes de volver a caer en manos de los turcos. La ciudad se mantiene en general alejada de invasiones y batallas. Y con la construcción de una línea ferroviaria durante el protectorado francés, realmente despegó y se convirtió en un importante balneario, gracias a sus grandes playas de arena fina y su clima suave.

Fue mediante la construcción de una majestuosa residencia durante la década de 1920 que el multimillonario rumano Georges Sébastien la dio a conocer al resto del mundo. Esta residencia fue de hecho el lugar de encuentro de varios artistas y escritores extranjeros como Georges Bernanos, Paul Klee, André Gide y muchas otras personalidades del mundo del arte. Actualmente, la residencia se ha transformado en un Centro Cultural que lleva el nombre de su fundador «Dar Sébastien» en el que se organizan anualmente el Festival Internacional de Hammamet y otras actividades culturales